El atentado incendiario ocurrido al interior de una pensión en Argentina deja a tres mujeres lesbianas fallecidas.
Por Diversomos
04/06/2024
Como habíamos informado en Diversomos días atrás, el tranquilo vecindario de Barracas de Buenos Aires en Argentina fue sacudido por una tragedia desgarradora que ha dejado a la comunidad sumida en el dolor y la indignación. En un fatídico incendio en una pensión ubicada en la calle Olavarría al 1600, tres mujeres perdieron la vida en circunstancias que ahora están siendo investigadas como un presunto crimen de odio.
Pamela Fabiana Cobbas, Roxana Figueroa, Andrea Amarante y Sofía Castro Riglos son las víctimas de este trágico suceso. Como recordamos las cuatro mujeres fueron atacadas con un artefacto incendiario en la habitación que compartían. Las mujeres habrían sido asesinadas debido a su identidad lésbica, denuncian grupos feministas y LGBT que se manifestaron en la plaza Congreso de la capital exigiendo justicia por estas muertes luego de conocerse la noticia.
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El incendio, que tuvo lugar en la madrugada, se cobró la vida de Pamela primero, seguida por Roxana dos días más tarde, ambas tras haber sufrido graves quemaduras con casi el 90 por ciento del cuerpo quemado. Andrea Amarante, quien también resultó gravemente herida en el siniestro, lamentablemente falleció en el hospital Penna.
La investigación, a cargo del juez Edmundo Rabbione, ha revelado que un hombre de 67 años, Justo Barrientos, residente de la pensión, ha sido detenido en relación con el incendio. Aunque Barrientos no ha sido formalmente interrogado aún, el caso está siendo tratado como un homicidio agravado. Sin embargo, el juez aún no ha determinado si este crimen debe ser considerado un femicidio agravado por el odio al género o a la orientación sexual de las víctimas.
La Agencia Presentes obtuvo información que revela la presencia de un ambiente cargado de odio y violencia hacia Pamela y Roxana por parte de Justo Barrientos. Según el relato, Barrientos habría proferido amenazas de muerte hacia las dos mujeres, utilizando términos despectivos y discriminatorios relacionados con su orientación sexual.
Según señalan “Él ya las había amenazado una vez. Fue en la última Navidad. Les dijo que las iba a matar a las dos y mirá lo que pasó ahora”, afirmaba un hombre del lugar: “Él les decía “engendros” por su condición sexual. Les decía “tortas”, “gorda sucia””, continuó. Otros varones vecinos no hablan de un conflicto entre las víctimas y el victimario. “No entiendo qué pasó. No lo justifico”, asegura uno.
Estas revelaciones subrayan la gravedad de la situación y plantean interrogantes sobre la posible motivación detrás del trágico incendio que acabó con las vidas de Pamela, Roxana y Andrea. La presunta animosidad de Barrientos hacia las víctimas sugiere la posibilidad de un crimen motivado por el odio hacia la identidad sexual de las mujeres, lo que añade una capa de complejidad al caso.
El testimonio de Sofía Castro Riglos, la única sobreviviente del atentado de la pensión, será crucial para esclarecer lo sucedido. Mientras tanto, la comunidad se encuentra en estado de shock, reflexionando sobre las terribles consecuencias del odio y la discriminación. Las autoridades continúan trabajando en el caso con la esperanza de llevar al responsable ante la justicia y garantizar que tragedias como esta nunca vuelvan a repetirse.
Nueva marcha por el asesinato de Barracas
Miles de mujeres y miembros de la comunidad homosexual inundaron las calles de Buenos Aires en una nueva jornada de movilización hacia el Congreso. La marcha convocada por diversas organizaciones feministas, de la diversidad sexual, sociales, políticas, sindicales y asambleas barriales, es un recordatorio contundente de la persistente sombra de la violencia de género que atraviesa el país.
La conmoción causada por el reciente lesbicidio de Pamela, Roxana y Andrea en una pensión en el barrio de Barracas ha sacado a la luz la precariedad de la vida que enfrentan las mujeres homosexuales, así como la violencia que se perpetúa bajo discursos de odio.
La crisis económica y social, agravada por la pandemia del COVID-19, ha evidenciado las desigualdades y el abandono gubernamental. La retención de alimentos en depósitos gubernamentales, la pérdida de ingresos, despidos y la falta de acceso a una vivienda digna son parte de la dura realidad que enfrentan las mujeres lesbianas tanto en Buenos Aires como en las provincias del país.
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